La travesía del opositor (I): Las fases y la oferta de Empleo Público
Al iniciarse en este mundo, muchos me preguntan cómo
funciona, cómo “se hace”, dónde “vas y te apuntas” y perlas similares. Sin
embargo, convertirte en funcionario es un procedimiento tremendamente reglado,
que grosso modo son: Oferta, Bases, Convocatoria, Instancias, Admisión, Sedes
y/o Llamamiento, Examen/es, Aprobados.
¿Cuántas fases, no? El acceso a la función pública en España
está muy regulado, formando parte de un procedimiento eminentemente
administrativo sujeto a la Ley 39 / 2015, del Procedimiento Administrativo
Común, y que es un derecho reconocido en nuestra Constitución, en el artículo
103.3, que reza: “La ley regulará el estatuto de los funcionarios públicos, el
acceso a la función pública de acuerdo con los principios de mérito y capacidad
[…]”
Para cumplir con ello, al menos una vez al año todas las
administraciones convocantes publican su Oferta de Empleo Público, (en
adelante, OEP) que en palabras del RDL 5/2015, del Estatuto Básico del Empleado
Público, es el instrumento de gestión de provisión de necesidades de recursos
humanos con asignación presupuestaria que deben ocuparse con personal de nuevo
ingreso. ¿Qué quiere decir?
Básicamente, que el número de plazas de cada administración
están tasadas y reguladas, debiendo ser cubiertas por personal nuevo y ajeno a
dicho ente, como si contrataras personal para una empresa. Estas plazas se
envían a los Gobiernos respectivos (regionales y luego estatales) para su
aprobación, asignando un presupuesto a tal fin.
Por ejemplo, la OEP del Estado, publicada el 31 de julio de
2018 contempló más de 15.000 plazas, divididas en sus sectores correspondientes
(Hacienda, Justicia, Administración General..), y las Comunidades Autónomas con
competencias e incluso Ayuntamientos publican las suyas, por lo que no son
excluyentes.
La OEP se configura como el tablón de anuncios de
oposiciones, dándote una idea de qué plazas se van a convocar en breve y por
tanto está previsto ocupar con nuevo personal. No obstante, aunque en futuras
entradas seguiremos ahondando en el sistema, basta añadir que no es un
compromiso con fuego de cara a convocar las plazas, dependiendo del historial
de la administración y de las propias oposiciones.
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